Con un escenario sencillo, del que únicamente saltaba a la vista una serie de LEDs colocados en la parte trasera, el trío conformado por Yorke, Greenwood y el baterista Tom Skinner (ex-Sons of Kemet) deleitó a 10,000 personas —que alcanzaron a llenar el recinto justo a tiempo— con todas las canciones de su álbum debut, A Light for Attracting Attention, además de varias más que, parece ser, aparecerán en su siguiente esfuerzo.
La música habló por ellos, pues “Gracias” o “Esta es una nueva canción” fueron las únicas palabras con las que Yorke se dirigió al público. Y, francamente, no se necesitó más. Los guitarrazos de “Thin Thing” o las apacibles cuerdas de “Free in the Knowledge” fueron aliciente suficiente para los fans, casi todos ya enterados de cómo funcionan las cosas en un concierto con Yorke y Greenwood de por medio.
El recorrido sonoro que ofreció el grupo resultó estimulante en todo sentido; bastó con ver las curiosas expresiones de Yorke mientras tocaba la guitarra o el bajo para sentirse contagiado por el trance en el que entraba. Greenwood, por otro lado, siempre agachado y cubierto del rostro por su cabellera, se veía tan críptico como siempre, pero eso no empeñó para nada su papel en el show. Skinner, prácticamente, un desconocido para el público, hizo gala de su talento como baterista y su formación en el jazz tocando por nota.
Aunque un concierto de The Smile tiende más a la contemplación, los momentos de gran intensidad no faltaron. La ya mencionada “Thin Thig” hizo saltar a los que estaban en la zona general por unos momentos; “You Will Never Work in Television Again” hizo lo propio cerrando el set principal, y la parte final de “Bendic Hectic” —tema cuya versión de estudio apenas debutó hace unos días—, fue, sencillamente, una demostración brutal del virtuosismo de estos músicos. Destacó también una versión más rockera de "Feeling Pulled Apart by Horses", canción solista de Yorke recuperada por la agrupación.
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Si bien es cierto que más del 90 por ciento de los que asistieron preferirían sin chistar ver a Radiohead en vivo nuevamente que a The Smile, este nuevo proyecto parece ser el futuro de Yorke y Greenwood en el medio; se nota bastante que su desenvolvimiento musical fluye de mejor manera sin tantas presiones y ciertas ataduras como las que tienen con la legendaria banda. Tampoco hay duda de que gustan más de tocar en este formado que en estadios o festivales, donde las cosas se pueden salir de control fácilmente; nada de eso ocurrió en lugar con una acústica perfecta y la comodidad indicada para apreciar un espectáculo como este. Se trata, claramente, del inicio de una nueva era.
Por: Diegoberto
